Es increíble cómo pueden acumularse los correos pendientes en este mi buzón :-) ... Pero hoy me paré a leer detenidamente un artículo que me envió un compañero hace ya unos días: El urbanismo político, de Luisgé Martín. Dejando a un lado el contenido político del mismo, me quedo con esta parte que tanto y tan bien se adapta al mundo educativo:
El Flatiron es uno de los edificios más célebres del mundo. Se encuentra en Nueva York, en la confluencia de la Quinta Avenida con Broadway, y fue terminado de construir en 1902. Le debe la fama a su forma de planta triangular, que, si se mira con una determinada perspectiva, hace concebir el efecto óptico de que es un simple muro con ventanas. El empresario George Fuller compró el solar y le encargó la construcción al arquitecto Daniel Burnham. Si a Burnham le hubieran dado una finca grande y vacía habría hecho sin duda otro edificio, seguramente más cómodo y funcional para quienes fueran a ocuparlo. Pero aquello era Nueva York y ese cruce unía dos avenidas privilegiadas, una de ellas oblicua. Todo el genio arquitectónico de Burnham debía expresarse en las dimensiones de ese espacio. Debía adaptarse a ese espacio.
El urbanismo es siempre así: se construye partiendo de la ciudad preexistente. [...] Es decir, si tienes un solar triangular en el esquinazo de la Quinta con Broadway puedes construir el Flatiron u otro edificio de planta triangular, más alto o más bajo, con cornisas o sin ellas, pero no puedes construir el Empire State.
Dicho de otra forma, si el alumnado que llega a 1º ESO no es capaz de hacer tal o cuál cosa, pues será cuestión de partir de ese punto... ¿O es que mi misión es la de "dar el temario"? ¿Es ese nuestro papel en la Sociedad? Y lo mismo se aplica al profesorado de Primaria respecto a Infantil, de Bachillerato respecto a Secundaria y suma y sigue. Muy bien, eso nos habla de la reacción... ¿Pero qué ocurre con la prevención? ¿Nos coordinamos lo suficiente entre Etapas? ¿Luchamos todos en todos los niveles por salvar a ese alumnado problemático o simplemente les damos el pasaporte a la siguiente etapa?
Dejando a un lado la infinidad de dificultades a las que nos enfrentamos los docentes... ¡Ay si todos fuéramos partidarios del urbanismo educativo!